Infección digestiva/respiratoria

Vamos a abordar este tema por su importancia ya que abarca el 80% de las consultas.

Nos centraremos en las infecciones bacterianas, lo más habitual cuando tenemos complicaciones digestivas-respiratorias pero indicaremos qué otras patologías y sus artículos a tener en cuenta pues muchos síntomas pueden ser comunes a varias infecciones que pueden no ser de origen bacteriano.

Si tenemos ambas patologías a la vez, priorizaremos el tratamiento de la infección respiratoria frente al de la digestiva. Esto es pues si se complica el ave no podrá alimentarse. Si bien muchos antibióticos de amplio espectro conseguirán terminar con ambas infecciones.

A grandes rasgos detectaremos la infección respiratoria si detectamos que el ave respira con el pico abierto, le cuesta respirar, estornuda, se rasca continuamente el pico, oímos su respiración, tiene los ojos inflamados... Los problemas respiratorios podrán deberse a bacterias de muchos tipos, podrán ser ornitosis, rinitis...pero no podremos descartar nunca que vengan combinadas las infecciones con hongos, tricomonas u otros protozoos, o parásitos en el buche. Si la infección es grave no daremos grano al animal pues puede ahogarse si tiene las vías colapsadas, esto es alimentarlo a base de papilla unos días hasta que remita esta condición. 

Y sobre la digestiva: veremos heces con mala consistencia y mal color. Esto son diarreas verdes (desde el verde oliva al verde fosforito), como agua de arroz, el plastas...podrá deberse también a la presencia de coccidios u otros parásitos. Revisar el artículo: El secreto está en las deposiciones

Como siempre comenzaremos con la estabilización del ave en un lugar tranquilo y cómodo 
(ver el artículo  'Morada del enfermo'),  y después procederemos a su evaluación. Trataremos de hidratarlo y alimentarlo. La dificultad de este paso nos ayudará a valorar su estado. 

Añadiremos a la dieta en todo caso vitaminas y minerales para pájaros. 

Evaluaremos su estado para clasificarlo entre leve, moderado, grave o moribundo.

• Leve: el ave se mantiene en pie, come y bebe sólo pese a mostrar signos de enfermedad. Hay presencia de vuelo aunque desganado. Está animada. Tratamiento: 3-5 días.
• Moderado: el ave se mantiene en pie, bebe sólo pese a mostrar signos evidentes de enfermedad. Hay presencia de vuelo desganado que tiende más a un revoloteo de huida. Aún muestra un buen estado de ánimo. Le alimentaremos a mano con grano o papilla. Tratamiento: 5 días. 
• Grave: el ave no vuela, se queda quieta o se tumba. No come ni bebe. Sin ánimo alguno. Pero aún camina algo y está despierta. Le alimentaremos a mano con  papilla. Tratamiento: 7 días.
• Moribunda: el ave no vuela, se queda quieta o se tumba. No come ni bebe. Sin ánimo alguno. Cierra los ojos y no camina a penas más que para darnos la espalda. Ausencia de deposiciones pues está gravemente deshidratada y lleva días sin comer nada. En este caso si aun tenemos las vías orales disponibles aplicaremos el amplio espectro total: hongos+trico+parásitos internos+bacteriano. Sino están disponibles tocará administrarle antibiótico vía parental y suero, ya sea subcutáneo o como proceda. Tratamiento: 10 días.

Sobre la infección respiratoria o digestiva de origen bacteriano: en la siguiente tabla vemos los antibióticos de amplio espectro más utilizados. Elige el que tengas disponible. Recuerda que tenemos tanto en la tienda de animales como en la farmacia (salvo que a éstos hay que ajustarles la dosis).

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Referencias: elaboración propia; tablas del libro 'Medicina Aviar'. Samour.